En el Valle de las Rosas, en
Bulgaria, se cultiva las rosa de Damasco, una especie muy apreciada.
Los
pétalos que poseen un aroma embriagador, se recogen al amanecer para potenciar al máximo la
producción de aceite conocido con el
nombre otto o attar de rosas, utilizado en la perfumería y la cosmética.
La palabra attar viene del árabe ‘itr, que significa “perfume” o “esencia”.
Cuentan las leyendas que Marco Antonio,
para llegar al lecho de Cleopatra, tenía que caminar por pétalos de rosas hasta
la altura de la rodilla.
Por suerte,
existen otras maneras, no tan extravagantes, de experimentar el poder de la
reina de las flores... ¿verdad?
¡Feliz fin de semana !
¡Qué fotos más lindas! Transmiten alegría y belleza...
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